Pasos

¿Sabeis esa sensación de dar un paso? Probablemente si os pregunto si notáis cuando vais a dar un paso me digáis que no, a fin de cuenta, que diferencia un paso de otro.
Pero estoy seguro que si os digo: ¿recordais la sensación justo antes de declarar tus sentimientos a alguien? El momento justo entre tomar una decisión y que tu cuerpo reaccione, ese momento en el que notas que te inclinas hacia adelante, justo antes de despegar los talones del suelo. El momento en el que estas tan nervioso que no sabes si vas a andar, o a caer.
Probablemente sepáis exactamente de que momento hablo.
Porque todos hemos pasado algún momento así, el primer paso de algo.
Pues tengo un problema, yo nunca doy ese paso, nunca, no me he plantado delante de ninguna mujer y le he dicho que la amaba, nunca he robado un beso, nunca me he decido a hacer algo por mi mismo.
No sin estar roto.
Y no se como avanzar, si ni siquiera puedo dar el primer paso, que se que deseo dar, pero que nunca termino dando.

Intenciones

Tengo una duda existencial que cada dia es mayor, viendo por twitter mi tl, que no es precisamente grande que digamos, hay un patron que se repite.
Las mujeres de mi tl se aburren, pero no contentas con eso, se mosquean si al decir que se aburren, no se les da completa y absoluta atencion
Todos nos aburrimos, es un hecho, pero por el amor de dios se hacen cosas para evitarlo, se juega, se llama a amigos, se pone el ask por si cuela
Pero no, ellas no, ellas esperan a que la santa providencia les de a alguien que las entretenga.

No, no soy capaz de comprenderlo.

No me gusta sentirme asi.

Esto es tortura, mi mente ha decidido torturarme por alguna razon y ahora no hay quien se libre de esta sensacion de inseguridad y temor.
Y es que no puedo leer nada, NADA sin que mi mente me diga:
Eso va a causar problemas
Seguro que va con segundas
No deberia haber puesto eso
Y otros tantos pensamientos aleatorios y para nada agradables.

El sonido de un pensamiento

Cuando una mente entra en funcionamiento cada simple pensamiento es una hebra de un arpa perfectamente afinada, que al ser pulsada crea un sonido que llega a todo el cuerpo y al exterior de este y nos llena con el tipo de música interpretada.
Cuando discutimos o nos peleamos esas cuerdas se tensan porque esa musica que nosotros tenemos no armoniza con la musica que recibimos de los demas.
Por eso hay pocas cosas que emocionan mas que encontrar una armonia con algo o alguien.

Voces

Odio no poder acallar las voces de mi cabeza, porque normalmente no son agradables, dicen las cosas que no quiero oir, las cosas crueles, los pensamientos negativos. Y me da mucho coraje no poder apagarlas o subir el ruido blanco con el que suelo mitigarlas, y eso me pone de muy mal humor, supongo que el cansancio tiene algo que ver pero es tan jodidamente indignante no poder hacer nada.
Las crueldades con los demas, los pensamientos e ideas sobre mi mismo que se basan en mis inseguridades, todo al mismo tiempo, gritando, sin control.
A veces me gustaria vivir en el campo o tener una habitacion insonorizada para poder gritar hasta desgañitarme. Y sin embargo lo unico que puedo hacer es que el silencio se vuelva mas pesado y agobiante.
Vuelvo a estar al limite. Y odio estarlo.

Pasado

Entre que anoche mi cabeza decidio recordar tiempos pasados y javi spameando su vida por twitter he terminado por recordar como era la sensacion de estar en el instituto.
Para empezar era todo tan sencillo... mirabas algo y lo comprendias al momento, personalmente tras años de practica era capaz de conocer a una persona sin nisiquiera hablar con ella, los miraba, veia su comportamiento y los comprendia.
Y solo dios sabe cuanto terror les infligia, porque yo era el chico alto, vestido de negro que no solia hablar con la gente, pero que sabia cosas.
Muchos vinieron a pedirme ayuda o consejo, como quien hace un pacto con el diablo en un cruce de carreteras, muchos no podian mirarme a los ojos. Nadie escapaba al aura que emitia, desde el mas imbecil y grande de los abusones, hasta la chica mas inocente.
Hice amigos si, hubo gente que me acompaño durante años, gente que confiaba en mi, y le importaba bien poco como era. Tambien hubo algunos que pretendian acercarse a mi por razones propias, e incluso hubo alguna chavala que se me declaro.
Pero todo, absolutamente todo se resume en un concepto, yo estaba roto, estaba roto por dentro, no era capaz de generar emociones, solo las absorbia, y por lo tanto vivir la vida a traves de los demas era lo mas cercano que podia estar a sentir algo.
Por eso llegue a comprender a mucha gente, por eso la gente me tenia miedo, porque veia a traves de ellos como si fuesen cristal.
Cuando cambie de instituto mi unico instinto que seguia activo era el de autoconservacion. Pero durante años se forjo una peculiaridad en mi caracter, me encanta saber como se sienten los demas, me encanta saber como reaccionaria la gente y sobretodo, y es una parte bastante oscura de mi personalidad, siento el impulso de jugar con ellos, de manipularlos, de tocar una fibra y ver a una persona desmoronarse.
Trato de no hacerlo, a fin de cuentas nisiquiera estoy seguro de poder, entre otras cosas porque creo que si sigo ese camino, volvere a ser una carcasa vacia, alimentandome de los demas.

Navidades

Estas navidades han sido una jodida montaña rusa. Primero ver a la familia y estar bien.

Y derrepente PAM, mi abuela se muere el 25 de diciembre.

Y que queréis que os diga, fue un alivio, un alivio triste pero un alivio a fin de cuentas, se acabo su sufrimiento, se acabo verla postrada en una cama y se acabo verla parecerse mas y mas a una planta.

Mi abuela fue la que me metió el gusanillo de la cocina, aprendí muchisimo de ella y ahora disfruto cocinando gracias a lo que me enseñó.

También me enseñó a pintar figuras, a coser, a hacer punto de cruz y otras muchas cosas.

Y en sus últimos momentos ella no podía ni reconocer a los que todavía seguíamos a su lado.

Pero no iba a dejar que su muerte me hundiese, ella sacó adelante a 9 hijos y no se rindió nunca y no iba a hacerlo yo.

Así que me fui a pasar el fin de año en ecija y disfrute como un enano tanto allí como en la cena previa.

Jugué, bebí, fume y disfrute. Y aun teniendo ese dolor dentro que me acompañara por mucho tiempo, he podido sonreír.

Y eso hace que merezca la pena.